sábado, 19 de diciembre de 2009
Copenhague: Un Golpe de Estado a la Carta de la ONU
La cumbre del cambio climático realizado en Copenhague, Dinamarca, desde el pasado 7 de diciembre, finalizó este viernes luego de la presentación de un documento rechazado, en principio, por las delegaciones de Cuba, Venezuela, Bolivia por haber sido creado a puertas cerradas entre un pequeño grupo de países.
'Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) impugnamos desde ya cualquier documento que saque (Barack) Obama por debajo de la puerta', había declarado este viernes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
'No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados como la nieve. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso', dijo Chávez.
Por su parte, la delegación de Cuba rechazó también el proyecto de declaración. 'Es el acta de defunción del protocolo de Kioto que mi delegación no acepta', dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Los países latinoamericanos intervinieron en el pleno de la conferencia, reunido a mitad de la noche, tras el discurso del representante del pequeño archipiélago de Tuvalu (océano Pacífico), que rechazó aprobar el texto propuesto.
En profundo desacuerdo con la "propuesta Obama", que hace alusión a un aumento máximo de la temperatura de 2º C, el delegado de Tuvalu, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, la comparó “a un puñado de monedas para traicionar a nuestro pueblo y a nuestro futuro”. Los pequeños países insulares militan porque el calentamiento se limite a 1,5º C para no verse sumergidos por el aumento del nivel del mar.
La representante de Venezuela consideró que la forma en que fue alcanzado este compromiso político, al que la mayoría de delegaciones no tuvo acceso hasta la apertura del plenario, representa “un golpe de Estado a la Carta de Naciones Unidas”.
“Nos lanza sobre la mesa dos papeles, después de que los líderes de varios países hayan dado ruedas de prensa para anunciar que había un acuerdo al que no hemos tenido acceso”, afirmó la delegada venezolana levantando un dedo ensangrentado para llamar la atención del presidente de la sesión.
“No vamos a decidir la vida de millones de personas en 60 minutos, no vamos a validar este documento”, afirmó el representante de Bolivia. “Estamos actuando de una manera dictatorial”, denunció.
Criticando el que el texto no recoja objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ni compromisos precisos de ayuda financiera a los países en desarrollo, el delegado de Cuba denunció: “hace cuatro horas, el presidente (estadounidense Barack) Obama anunció un acuerdo que no existe”.
También protestaron los representantes de Costa Rica y Nicaragua, que presentó una modificación del documento que provocó una suspensión temporal de la sesión.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su satisfacción por el acuerdo conseguido tras más de doce horas de negociaciones en la capital danesa que culminaron con un encuentro entre EE.UU., Brasil, India, China y Sudáfrica en el que se forjó el pacto.
Obama reconoció que será 'muy complicado' y 'llevará un tiempo' cerrar un tratado que sea legalmente vinculante, algo que requerirá 'más confianza' entre las partes.
Según Obama, el acuerdo logrado este día, no será legalmente vinculante pero sí hará que los países fijen sus objetivos de recorte de emisiones de gases contaminantes.
'Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) impugnamos desde ya cualquier documento que saque (Barack) Obama por debajo de la puerta', había declarado este viernes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
'No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados como la nieve. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso', dijo Chávez.
Por su parte, la delegación de Cuba rechazó también el proyecto de declaración. 'Es el acta de defunción del protocolo de Kioto que mi delegación no acepta', dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Los países latinoamericanos intervinieron en el pleno de la conferencia, reunido a mitad de la noche, tras el discurso del representante del pequeño archipiélago de Tuvalu (océano Pacífico), que rechazó aprobar el texto propuesto.
En profundo desacuerdo con la "propuesta Obama", que hace alusión a un aumento máximo de la temperatura de 2º C, el delegado de Tuvalu, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, la comparó “a un puñado de monedas para traicionar a nuestro pueblo y a nuestro futuro”. Los pequeños países insulares militan porque el calentamiento se limite a 1,5º C para no verse sumergidos por el aumento del nivel del mar.
La representante de Venezuela consideró que la forma en que fue alcanzado este compromiso político, al que la mayoría de delegaciones no tuvo acceso hasta la apertura del plenario, representa “un golpe de Estado a la Carta de Naciones Unidas”.
“Nos lanza sobre la mesa dos papeles, después de que los líderes de varios países hayan dado ruedas de prensa para anunciar que había un acuerdo al que no hemos tenido acceso”, afirmó la delegada venezolana levantando un dedo ensangrentado para llamar la atención del presidente de la sesión.
“No vamos a decidir la vida de millones de personas en 60 minutos, no vamos a validar este documento”, afirmó el representante de Bolivia. “Estamos actuando de una manera dictatorial”, denunció.
Criticando el que el texto no recoja objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ni compromisos precisos de ayuda financiera a los países en desarrollo, el delegado de Cuba denunció: “hace cuatro horas, el presidente (estadounidense Barack) Obama anunció un acuerdo que no existe”.
También protestaron los representantes de Costa Rica y Nicaragua, que presentó una modificación del documento que provocó una suspensión temporal de la sesión.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su satisfacción por el acuerdo conseguido tras más de doce horas de negociaciones en la capital danesa que culminaron con un encuentro entre EE.UU., Brasil, India, China y Sudáfrica en el que se forjó el pacto.
Obama reconoció que será 'muy complicado' y 'llevará un tiempo' cerrar un tratado que sea legalmente vinculante, algo que requerirá 'más confianza' entre las partes.
Según Obama, el acuerdo logrado este día, no será legalmente vinculante pero sí hará que los países fijen sus objetivos de recorte de emisiones de gases contaminantes.