jueves, 17 de diciembre de 2009

Mil detenidos en Copenhague durante la manifestación de protesta contra los responsables del cambio climático

La mayoría de la sociedad danesa calificó la acción policial como desproporcionada y la policía reconoció que fue un error mantener a mil personas en plena calle, maniatadas durante tantas horas.
Más de cien mil personas se reunieron ayer 12 de Diciembre en las inmediaciones del parlamento danés para dar inicio a la gigantesca demostración en Copenhague. Jóvenes muchos, niños y bebés en bicicletas cuna, ancianos, gente venida de toda Europa y de muchas partes del mundo.


El objetivo: Llegar hasta el Bella Center y expresar el punto de vista de los excluidos de la cumbre climática. El Bella Center es un centro de convenciones donde se encuentran reunidos desde hace una semana jefes de gobierno, representantes de multinacionales y cabildeantes profesionales de las grandes empresas contaminadoras del mundo para "buscar una solución" a la crisis climática. Una cumbre de especuladores, industriales y agronegociantes que promueve un capitalismo verde, con falsa soluciones de mercado a la crisis ambiental que el modo de producción capitalista generó.
En las semanas previas el gobierno danés había introducido una ley de órden público que permite detener preventivamente hasta por cuatro días a personas solo por estar cerca a una actividad que se considere potencialmente peligrosa. La policía se había preparado, contruyendo mil jaulas para ubicar a los "desadaptados" que generaran disturbios durante las decenas de manifestaciones de estas semanas.
No había transcurrido una hora de la marcha, cuando un considerable grupo de muchachos, pertenecientes al denominado "bloque negro" de la manifestación, destruyó los ventanales del edificio de la antigua bolsa de valores.
La policía se notaba nerviosa ante la gran masa de manifestantes, pero estaba claro que tenían previsto su accionar. Dos cargas policiales cortaron la manifestación y aislaron a centenares de personas que posteriormente fueron detenidas.
Una marcha posterior en solidaridad con los prisioneros se saldó con nuevos detenidos. En cercaniás de la ciudad libre de Cristiania, una especie de república independiente en medio de la ciudad, afamada por sus rumbas, el expendio regulado de marihuana y sus fábricas de bicicletas, había más detenidos.
En total, durante toda la jornada fueron detenidos cerca de mil manifestantes a los que la prensa local definía como activistas climáticos. Los arrestados estuvieron durante más de cinco horas esposados, sentados sobre el suelo gélido, a la intemperie con dos grados de temperatura, en plena calle, sin poder ir a los orinales ni ser atentidos por ningún tipo de asistencia. Ninguno de los detenidos fue trasladado a las jaulas preparadas bajo techo y muchos tuvieron que orinarse encima de la ropa. Entra las víctimas de la represión policial se encontraban Hare Krishnas, todo tipo de vegetarianos pacifistas, gandianos y partidarios de la no violencia.
La cortina de humo preparada por el gobierno del ultraderechista Rassmusen, para restarle importancia a las cien mil voces que asistieron a la marcha, se fue esfumando con las horas, la mayoría de la sociedad danesa calificó la acción policial como desproporcionada y la policía tuvo que reconocer que fue un error mantener a mil personas en plena calle, maniatadas durante tantas horas.
Durante la noche se fueron produciendo las primeras liberaciones. A esta hora solo quedan detenidas 13 personas, de las cuales solo tres serán llevadas ante un juez. Lo que demuestra claramente el caracter mediático e intimidatorio de la represión.
Esta detención masiva acá es catalogada como la mayor detención en masa de la historia reciente de Dinamarca y sienta un antecedente importante y preocupante en el inventario de la represión y la brutalidad policial en Europa.