lunes, 9 de noviembre de 2009
Futuro..
Los triunfos del movimiento del software libre son ya conocidos. Crear un sistema operativo totalmente libre, formar una comunidad de programadores (hackers) en libertad y proporcionar acceso gratuito y libre a una gran cantidad de personas alas tecnologías de ultima generación. Pero lejos de embelezarse con estos logros, hoy cabe reflexionar que hemos hecho mal, que nos ha faltado y que falta por hacer.
Es obvio pensar que el partido por la libertad, es uno que vamos perdiendo. Hoy el uso de programas libres es mínimo, los más optimistas dan un 5% de uso de sistemas operativos libres del total de computadores existentes, olvidando que la mayoría de estos si contienen programas privativos. Sin olvidar que lejos de lograr que los distintos estados protejan las libertades que el movimiento del conocimiento libre apoya, estos han restringido aun más la libertades de la gente.
Por su parte muchas organizaciones o personas individuales han empezado una loca carrera por instalar su sistema operativo libre favorito a la mayor cantidad de personas, y de ahí destacan verdaderas orgías de instalaciones de sistemas operativos libres como son el FLISoL. Instalar software libre es un acto de solidaridad, es compartir algo que nos fue útil con otros, pero su valor como acción no pasara de ser un acto solidario, si en conjunto con compartir los programas no se transmite las ideas que nos llevan y justifican hacer este acto de sociedad, tan propio del ser humano como es el compartir conocimiento.
Pero de lo anterior cabe una interrogante ¿Como se deben transmitir estas ideas?
Prácticamente todo quien se propone a transmitir las ideas detrás del conocimiento libre, incluyendo el software libre, repite el discurso de Richard Stallman, las cuatro libertades y como una sociedad libre necesita software libre, pero a la mayor parte de la gente, en una primera instancia estas ideas les parecen difusas, poco concretas y alejadas de su realidad. Esto principalmente a que las ideas planteadas por Stallman son de la corriente filosófica del idealismo, probablemente influenciadas por la escuela kantiana o platónica. Esto lleva el problema del conocimiento libre a un problema de la ética, de ideas superiores a nosotros y no a nuestra realidad.
Hablar de software libre sin mostrar como afecta nuestra vida diaria es como hablar de la capa de ozono sin hablar de la radiación ultravioleta.
Luego de un periodo largo usando cómodamente software libre, leyendo sobre el conocimiento libre y compartiéndolo, entenderemos tal vez las implicaciones en nuestra vida diaria de estas ideas que en un principio nos parecieron tan difusas.
“¡Ahora estoy seguro que soy el dueño de mi computadora, esta hace lo que quiero y nadie me espía!”, “¡Puedo acceder al conocimiento de la humanidad de forma libre, aprender a programar o usar programas, leer libros y escuchar canciones sin estúpidas licencias y patentes que me limiten!” o “¡Compartir ya no es prohibido!”, gritara con orgullo de autodidacta los que se den cuenta de estas verdades al parecer escondidas del conocimiento libre.
Si, el software libre no tan solo significa que respete las cuatro libertades que Richard Stallman repite en cada charla suya, si no también habré la posibilidad del aprendizaje, es seguridad y revindica algo propio de nuestra naturaleza: el compartir. Este mismo (Richard Stallman), en sus charlas ya hace un esbozo de estas consecuencias concretas del software libre, pero al parecer estos esbozos quedan en el olvido cuando le explicamos a la gente que es el conocimiento libre.
El periodo que nos toco vivir, la globalización, se caracteriza principalmente por la enajenación del hombre de la política, la caída de los grandes ideales, convirtiendo al hombre en empleado del destino que le toca vivir. Nadie se interesa por los cambios, somos espectadores de nuestras propias vida. El software libre, la liberación del conocimiento es una idea política, es un cambio profundo en la sociedad y que exige la participación de esta.
Pero el hecho de llevar el problema del conocimiento libre a una esfera netamente ética, aleja aun más al hombre ya enajenado. La política, y eso incluye al conocimiento libre, es algo concreto que afecta nuestras vidas diarias, es una necesidad del hombre en su afán de acomodarse en este mundo construido en sociedad. Por lo tanto el software libre debe convertirse en una necesidad concreta de la gente, algo que exijan para su entorno, la necesidad de aprender, la necesidad de usar de forma libre, la necesidad de comunicarse y la necesidad de compartir. Tan solo entonces, cuando la gente asimile nuestra lucha como una necesidad, el triunfo sera un triunfo de todo el mundo civil.
Fuente: http://www.puntolibre.org/?p=1175
Es obvio pensar que el partido por la libertad, es uno que vamos perdiendo. Hoy el uso de programas libres es mínimo, los más optimistas dan un 5% de uso de sistemas operativos libres del total de computadores existentes, olvidando que la mayoría de estos si contienen programas privativos. Sin olvidar que lejos de lograr que los distintos estados protejan las libertades que el movimiento del conocimiento libre apoya, estos han restringido aun más la libertades de la gente.
Por su parte muchas organizaciones o personas individuales han empezado una loca carrera por instalar su sistema operativo libre favorito a la mayor cantidad de personas, y de ahí destacan verdaderas orgías de instalaciones de sistemas operativos libres como son el FLISoL. Instalar software libre es un acto de solidaridad, es compartir algo que nos fue útil con otros, pero su valor como acción no pasara de ser un acto solidario, si en conjunto con compartir los programas no se transmite las ideas que nos llevan y justifican hacer este acto de sociedad, tan propio del ser humano como es el compartir conocimiento.
Pero de lo anterior cabe una interrogante ¿Como se deben transmitir estas ideas?
Prácticamente todo quien se propone a transmitir las ideas detrás del conocimiento libre, incluyendo el software libre, repite el discurso de Richard Stallman, las cuatro libertades y como una sociedad libre necesita software libre, pero a la mayor parte de la gente, en una primera instancia estas ideas les parecen difusas, poco concretas y alejadas de su realidad. Esto principalmente a que las ideas planteadas por Stallman son de la corriente filosófica del idealismo, probablemente influenciadas por la escuela kantiana o platónica. Esto lleva el problema del conocimiento libre a un problema de la ética, de ideas superiores a nosotros y no a nuestra realidad.
Hablar de software libre sin mostrar como afecta nuestra vida diaria es como hablar de la capa de ozono sin hablar de la radiación ultravioleta.
Luego de un periodo largo usando cómodamente software libre, leyendo sobre el conocimiento libre y compartiéndolo, entenderemos tal vez las implicaciones en nuestra vida diaria de estas ideas que en un principio nos parecieron tan difusas.
“¡Ahora estoy seguro que soy el dueño de mi computadora, esta hace lo que quiero y nadie me espía!”, “¡Puedo acceder al conocimiento de la humanidad de forma libre, aprender a programar o usar programas, leer libros y escuchar canciones sin estúpidas licencias y patentes que me limiten!” o “¡Compartir ya no es prohibido!”, gritara con orgullo de autodidacta los que se den cuenta de estas verdades al parecer escondidas del conocimiento libre.
Si, el software libre no tan solo significa que respete las cuatro libertades que Richard Stallman repite en cada charla suya, si no también habré la posibilidad del aprendizaje, es seguridad y revindica algo propio de nuestra naturaleza: el compartir. Este mismo (Richard Stallman), en sus charlas ya hace un esbozo de estas consecuencias concretas del software libre, pero al parecer estos esbozos quedan en el olvido cuando le explicamos a la gente que es el conocimiento libre.
El periodo que nos toco vivir, la globalización, se caracteriza principalmente por la enajenación del hombre de la política, la caída de los grandes ideales, convirtiendo al hombre en empleado del destino que le toca vivir. Nadie se interesa por los cambios, somos espectadores de nuestras propias vida. El software libre, la liberación del conocimiento es una idea política, es un cambio profundo en la sociedad y que exige la participación de esta.
Pero el hecho de llevar el problema del conocimiento libre a una esfera netamente ética, aleja aun más al hombre ya enajenado. La política, y eso incluye al conocimiento libre, es algo concreto que afecta nuestras vidas diarias, es una necesidad del hombre en su afán de acomodarse en este mundo construido en sociedad. Por lo tanto el software libre debe convertirse en una necesidad concreta de la gente, algo que exijan para su entorno, la necesidad de aprender, la necesidad de usar de forma libre, la necesidad de comunicarse y la necesidad de compartir. Tan solo entonces, cuando la gente asimile nuestra lucha como una necesidad, el triunfo sera un triunfo de todo el mundo civil.
Fuente: http://www.puntolibre.org/?p=1175