La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) es una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos responsable del desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar. Su enorme presupuesto le permite encarar proyectos que, a menudo, rozan lo ridículo, muchos de los cuales ya hemos visto en NeoTeo. Hoy hemos decidido mostrarte qué es lo más loco que se cocina en DARPA. Porque si Skynet existiese alguna vez, tendría un Made in DARPA escondido en algún lado.
La agencia DARPA fue creada en 1958 como respuesta al lanzamiento del Sputnik por parte de los soviéticos. Su función era la de mantener la tecnología de Estados Unidos por delante de la de sus enemigos, en una época donde todo lo que parecía importar en el mundo era la Guerra Fría. DARPA ha aportado fondos para el desarrollo de algunas de las tecnologías mas interesantes de los últimos tiempos, incluida ARPANET, la red de ordenadores que más tarde se convirtió en Internet.
DARPA es absolutamente independiente de otras agencias estadounidenses similares, y reporta directamente al consejo del Departamento de Defensa. Oficialmente, DARPA tiene alrededor de 240 empleados, incluidos 140 técnicos, y dispone de un presupuesto promedio de 2.000 millones de dólares. Muchos observadores coinciden en señalar que la agencia recibe además importantes montos reservados que le ayudan a encarar los proyectos más onerosos. Para muchos, DARPA es el “brazo loco” del ejército estadounidense, y siempre está buscando ideas que le permitan obtener alguna clase de ventaja en el campo de batalla.
Lo avanzado, y a menudo descabellado, que son muchos de los proyectos que financia DARPA, ha hecho que la agencia haya sido noticia en las páginas de NeoTeo con bastante frecuencia. Por eso nos pareció interesante hacer una lista con los diez proyectos más locos de DARPA. ¡Aquí van!...
Cerebro virtual de chimpancé
Este es un proyecto que pretende crear un completo mapa cerebral de los chimpancés. Como sabéis, estos primates son –evolutivamente hablando- muy parecidos a los humanos. Por eso, en DARPA suponen que todos los conocimientos que se obtengan de este trabajo podrán aplicarse más tarde en el desarrollo de tratamientos destinados a proporcionar curas eficaces a los pacientes que han sufrido alguna clase de daño cerebral. La idea es construir un elaborado mapa cerebral de los chimpancés y luego replicarlo en un modelo computacional que sea lo suficientemente fiel como para reproducir el funcionamiento del cerebro cuando esté realizando tareas complejas. Si funciona, servirá para simular qué ocurre cuando se producen daños en sus canales de entradas sensoriales. Quizás en el futuro no haga falta mutilar monitos todo el tiempo en nombre de la ciencia.