jueves, 27 de enero de 2011

Los farmacéuticos también lloran: 2011 ¿el año de los impagos?

El pasado mes de diciembre recibí un correo electrónico de un farmacéutico que me alertaba de la dramática situación que se estaba viviendo en la Comunidad de Madrid con motivo del fin de año. Una coyuntura de la que, me advertía, participaban la mayor parte de las regiones españolas. Agotadas las partidas presupuestarias de gasto, su esperanza de cobro pasaba por la actuación de su colegio profesional que, a su vez, debía endeudarse para poder anticipar a los profesionales parte de lo adeudado por la Administración.

Esto era lo que me decía entonces (mis comentarios en letra normal):




¡Hola!

Disculpa que te escriba. Sólo lo hago para mostrarte otro sector donde se empieza a cebar la crisis, aunque nunca se hable de ello.

Creo que ya te lo he comentado alguna vez, pero por si acaso, te lo recuerdo. Soy farmacéutico.

Los dueños de oficina de farmacia tienen, tradicionalmente, una imagen de gente con dinero que viven muy bien y son unos privilegiados monopolistas. Sin entrar en eso, te confirmo que tenemos ciertos privilegios que yo considero injustos y que habría que eliminar (aunque a mí me perjudique su eliminación), pero no es oro todo lo que reluce. Independientemente de que es de los pocos sectores que están sometidos a dos bajadas anuales del precio de sus productos por decreto, la rentabilidad es corrientilla, en torno al 5-7 % después de impuestos.
(poco parece para las tortas que hay, ¿no?)

Pero ha llegado la crisis. Y nuestro principal cliente es la Administración. No sé si conoces cómo funciona el sistema de facturación farmacéutico, pero resumidamente, en lo que concierne a la Seguridad Social es así:
  1. Recetas de activos, el paciente aporta el 40% del PVP.
  2. Recetas de pensionistas, el paciente aporta el 0%.
  3. Otras mutualidades: varía, pero normalmente la aportación es del 30%. 
La consejería correspondiente (me centro en la Comunidad de Madrid) paga a unos 30 días (que no está mal). Por convenio, se paga el día 25 del mes siguiente al facturado. Es decir, lo que yo he facturado a la Seguridad Social en los 30 días de septiembre me lo pagan el día 25 de octubre. Insisto, no está mal. (Según he podido confirmar con el Colegio, el pago se canaliza a través de dicho órgano colegiado que, a su vez, factura alrededor del 10, cobra el 20 y reparte a continuación. Es una manera de evitar que los farmacéuticos vivan retrasos similares a los de los grandes proveedores de medicamentos) que cobra a 200 y hasta 300 días).

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