La información que nos llega desde el Centro de Ciencias Planetarias de Dinamarca es espectacular. Se están detectando y midiendo los cambios importantes que se han producido en las zonas polares, donde se han verificado, vía satelital, grandes agujeros en el magnetismo terrestre, en el Ártico y en el Atlántico Sur.
Como este asunto ha sido tratado en las Enseñanzas que refieren un momento histórico especial, la Guerra de los 1.500 años contra los Magos Negros Atlantes, quienes fueron destruidos por un cambio del eje magnético terrestre, vamos a tratarlo en esta Reflexión, ya que el fenómeno es análogo al que provocan los actuales "Magos Negros" de la política internacional y de las ciencias de la destrucción, con todo el arsenal de la muerte que han acumulado en satánica carrera para dominar el mundo.
Para comprender los terribles enfrentamientos que se producen entre las naciones desde hace un siglo, es conveniente informarse en las disciplinas esotéricas desarrolladas por el Maestro Bovisio: Libro XXVI "Antropogénesis", Capítulo 15: "La Lucha de los Mil Quinientos Años", y Libro IV "Historia del Hombre", Capítulos 14, 15 y 16. Otra fuente de inapreciable valor es el Ramayana de los hindúes. La semejanza de los indicadores históricos, modernos y antiguos, es impresionante.
1. Concluye un período evolutivo agotado, Piscis, para dar nacimiento a otro nuevo, Acuario. La antigua Cuarta Raza Celta cedió lugar a la Quinta Ario Teutónica, hace 24.000 años. Cuando ésta terminó, entre 1972-1977, se inició la Sexta Ario Americana-Acuario con signos elocuentes.
2. Cada Subraza permanece un año sideral de doce signos zodiacales, que duran dos milenios cada uno.
3. En cada año sideral, por Ley de Reversibilidad, la Tierra cambia la polaridad magnética, y se producen grandes modificaciones en su estructura interna y externa, energética y morfológicamente.
4. En la lucha Atlante, al producirse el cambio polar, los Magos Negros sufrieron alteraciones en sus centros cerebrales y perdieron el poder sobre los monstruos de hierro. Ahora, la inversión de los polos magnéticos, entre otros efectos, dejará fuera de control los ordenadores y las comunicaciones satelitales; el mundo será un caos.
Para conocer el interior de la Tierra hay que poseer instrumentos sutiles. Los antiguos los utilizaban ampliamente, por ejemplo, en el Templo de Amón en Egipto. Con el advenimiento de la razón, esas capacidades se perdieron. En los tiempos modernos, algunos superdotados pueden conocer lo que está oculto; los clarividentes entrenados pueden manejar a voluntad los viajes astrales, para penetrar en regiones inaccesibles al hombre común. No necesitan aparatos físicos; ellos mismos son los instrumentos del conocimiento, y la sabiduría que adquieren la transmiten a la Humanidad.
La Enseñanza "Vida Interna de la Tierra", del Libro VII "El Devenir", describe las experiencias de un viaje astral del Maestro Santiago hacia el interior del planeta, en contacto directo y personal, que muy pocos pueden realizar sin peligro. Cuando volvió, relató que "apenas pudo escapar, porque la gravedad magnética del núcleo es terrible". Luego escribió la Enseñanza para beneficio de sus Hijos espirituales. Algunas leyendas relatan viajes semejantes: Orfeo buscando a Eurídice, Jesús descendiendo a los Infiernos para salvar almas, "La Divina Comedia" del Dante, Julio Verne y su viaje fantástico.
Léase el Libro XVII "El Sistema Planetario", Capítulos 13 y 14, y se comprenderá un poco esta máquina cósmica superinteligente y supersabia, en permanente transformación, dirigida por los Grandes Iniciados Solares. Los hombres formamos parte de ella, somos la avanzada de la evolución; en nosotros se experimentan los cambios y se abren los tiempos del porvenir. Los Maestros que ya han recorrido los caminos nos guían, y cuando el salto es grande, encarna un Gran Iniciado Solar para tender un puente vibratorio que llega hasta la otra orilla. En estos momentos, el Maitreya está vibrando y haciendo vibrar a sus Discípulos Fieles en la onda magnética de Acuario. No hay otra alternativa que ese puente. El viejo y decrépito navío, lleno de agujeros económicos, ambientales, militares, morales y tecnológicos, se hunde lentamente; las convulsiones magnéticas de la Madre Tierra son señales del naufragio.
Los Atlantes poseían grandes poderes psíquicos; su fisiología era diferente a la nuestra, con órganos de percepción y utilización de energías sutiles que el hombre moderno desconoce. Sus civilizaciones desarrollaron la navegación aérea, acuática, el transporte de grandes volúmenes, rayos de la muerte que mataban a distancia, energía eléctrica, luz artificial y maravillosos instrumentos. Cuando concluyó su misión, desaparecieron y dejaron el planeta libre para que los Arios pudieran hacer su trabajo.
El Manú Vaivasvata fundó la Raza Aria hace 120.000 años, con el propósito de desarrollar en la mente humana los mecanismos de la razón. En el último periodo, Piscis, se ha logrado plenamente. Más allá de esos logros, con la razón no se puede ir; el hombre necesita otras herramientas, otra forma de pensar y sentir, más penetrante, rápida y completa; necesita la intuición, para alcanzar la armonía del espíritu con la materia. La obra del Gran Iniciado Solar Maitreya desarrollará los mecanismos psicológicos que permitan reconciliar al hombre consigo mismo, la unión del politeísmo con el monoteísmo en una sola cosmovisión: el conocimiento en el amor. En las actuales condiciones humanas, sociales, magnéticas, educativas y morales no es posible. Es indispensable modificar el estado vibratorio del ser para que los cambios puedan realizarse, no sólo en el campo magnético del Planeta, sino en el alma. La Tierra es vida, y la sostiene en los individuos armoniosamente cuando están en sintonía coherente. Las etapas evolutivas de la Humanidad se manifiestan primero en la vibración terrestre, porque es el hogar que alberga y alimenta a los seres vivos, con los elementos adecuados a las nuevas formas de vivir. El trigo de hoy no es igual que el de los egipcios, ni el aire, ni la radiación del Sol; la Naturaleza evoluciona continuamente.
El destino del hombre está escrito en la Revelación Universal desde el comienzo de la Raza Aria, y se viene cumpliendo rigurosamente. Concluye una etapa y se inicia la siguiente. No la proponen los hombres, sino los Dioses. No hay elección ni alternativas. Es la Rueda energética de Siete Chakras que el Iniciado Solar está encendiendo en el globo terráqueo desde adentro, y que el Maestro Santiago ha descrito en sus Enseñanzas. El hombre corriente ha de armonizar con las nuevas vibraciones siguiendo el Camino de la Renuncia, porque los viejos senderos conducen a la nada. La Renuncia despojará al hombre del ropaje sucio y roto, para que pueda vestir las formas de vida que el Maitreya propone a los hombres.
Mucho. Todo. Estos fuegos artificiales que vemos en el Planeta no se encienden por capricho, sino para beneficio de los hombres. ¿Y yo, qué puedo hacer? ¡Mucho! El alma, beneficiaria principal de estos cambios telúricos, tiene que hacer todo: renunciar. Únicamente renunciando al mundo viejo puede el ser humano estar en condiciones de emprender uno nuevo. Es una oportunidad extraordinaria para ubicarse en la cresta de la ola junto al Maitreya, y avanzar hacia los territorios desconocidos del devenir. Hay predestinación, y también hay voluntad para estar en la vanguardia de los acontecimientos que se precipitan hacia el futuro. Quedarse aferrado a las rocas de la rompiente, por apego, codicia, o miedo de perder lo que se lleva encima, es correr el riesgo de ser arrastrado por la resaca y hundido en los abismos, cuando la oleada vuelve al Océano.
Este tiempo es una oportunidad única en milenios, reservada a los valientes y los héroes que sean capaces de entregarse al gran juego de la vida superior, enfrentando las espectaculares modificaciones de la Tierra para transformarse, ellos también, en la dirección correcta. Si la Madre Bhumi que nos alberga y nos alimenta, cambia el rumbo del destino, y nos transmite señales de tránsito, naturales como este cambio magnético, espirituales como las Enseñanzas, y pone un Maestro de carne y hueso para que nos guíe por el puente, el Maitreya, no perdamos la oferta, es única. Así como la Madre abandona sus posiciones estables y emprende el cambio, renunciemos nosotros también a nuestra estabilidad cómoda, pero inútil, y liberemos nuestro espíritu para el gran salto de realizaciones.
No es ningún misterio el continente desconocido que presenta el Maitreya. Lo intuimos, pero no lo hemos explorado: es nuestra propia alma, que no conocemos ni sabemos los tesoros que guarda. Por la Renuncia, como ha enseñado el Maestro Santiago Bovisio, automáticamente se abren los portales de la vida interior, y nos entregan su santuario para que vivamos en libertad. El mundo exterior que tanto daño hace ahora en todas las actividades sociales y económicas a las que estamos sometidos, está dejando de vibrar, y la Tierra se lo sacude con fuerza para renovarlo. La onda magnética de Acuario vibra en los centros activos del alma, y desde allí nos estamos uniendo los unos con los otros, en el Cuerpo Místico de la Humanidad renovada.
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