Estamos informados que en estos días se están reuniendo el gabinete de crisis en La Moncloa y a buen seguro, será el secretario de Estado de Defensa quien se reúna con los armadores vascos. Los patrones dueños de vidas y haciendas de los pescadores que salen a la mar…
Sabemos también que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha comparecido para pedir tranquilidad y transmitir un mensaje de calma a las familias, con quien se ha solidarizado, aunque su prudencia política le impide ofrecer detalles concretos por el momento.
Asimismo tenía que salir a la palestra la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien además ha recordado que hay dos fragatas españolas avistando el buque, la Canarias, que se encontraba en la zona en el momento del secuestro, y la Méndez Núñez, que relevará a la primera. La ministra ha insistido en que, además de las fragatas, el avión de patrulla marítima P3-Orión está vigilando el buque y ha dicho que, "en caso de necesidad", hay "otros elementos militares" de la Operación Atalanta... suponemos para qué.
El atunero español fue secuestrado con 36 tripulantes a bordo cuando faenaba a 800 millas de la fragata Canarias, que protege a las embarcaciones de la zona, y a unas 350 de la zona más protegida, donde se encuentra el área que los atuneros habían señalado a los medios de protección de la Operación Atalanta como la zona donde solían pescar.
Claro que, asomados a la ventana de la llamada contrainformación, leemos la noticia desde el otro lado del llamado conflicto atunero, y resulta que hay más de 800 barcos pesqueros extranjeros operando al mismo tiempo en aguas de Somalia. Y ¿qué hace tanto barco junto? Pues, aprovechándose de la incapacidad del país de vigilar y controlar sus propias aguas y zonas de pesca. Esos 800 barcos arrasan anualmente con peces y mariscos en aguas somalíes, obteniendo unos beneficios estimados en 450 millones de dólares. Así roban una fuente inestimable de proteína a una de las naciones más pobres del mundo y arruinan el sustento de vida legítimo de los pescadores y sus hijos e hijas.
Las marinas de guerra aliadas del mundo –con una flota superior a 40 buques de guerra, de ellos 10 asiáticos, árabes y de países africanos, así como de muchas naciones miembros de la OTAN y de la Unión Europea– han intensificado ya la cacería de pescadores-piratas somalíes.
“No hay historia de piratas que tenga un final feliz, porque ni ellos ni la censura, lo podrían permitir…” Quizás Serrat cuando musicaba esto, buscó en su bola de cristal, y una imagen vino súbitamente a su cabeza musicada: la de un negro famélico, jefe tribal en Somalia, que portaba un fusil… hablaba sin fuerza, pero al final de su grito se pudo escuchar: ¡¡Este pescado es mío, no me lo robéis así!!
¡¡Qué sistema este tan perverso que hace que mientras atuneros y somalíes debieran estar abrazándose, andan ahora a tiros!!
Gonzalo Romero es miembro de la Asociación Cultural Candela (Botón de muestra emitido el 7 de noviembre de 2009 en El Candelero, RVK, 107.5 FM) www.nodo50.org/candela
Fuente: http://www.lahaine.org/index.php?p=41210
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