Ciertas estrellas vierten inmensas cantidades de materia en el espacio y crean algunos de los objetos más bellos observables a través de los telescopios de los astrónomos. Pero aunque estos disfrutan de esa belleza, no pueden explicarla. Adam Frank, profesor de física y astronomía en la Universidad de Rochester, espera cambiar eso.Unos meses atrás, Frank y su colega Eric Blackman, profesor de física y astronomía, formaron parte de lo que él llamó "uno de los más grandes experimentos astrofísicos hechos hasta el momento". Recrear un evento estelar en un laboratorio es sumamente difícil, tal como señala Frank, dado que muchos fenómenos astrofísicos requieren de una estrella completa, algo difícilmente abordable en un laboratorio.
Junto con investigadores de la Universidad Rice y la Universidad de California en San Diego, Frank y Lebedev repetirán el experimento inicial y llevarán a cabo otros nuevos en la máquina Z, un poderosísimo generador de rayos X de los Laboratorios Nacionales de Sandia. La nueva subvención permitirá a Frank y su equipo reproducir un chorro estelar con más precisión aún, así como hacer nuevas observaciones astronómicas para averiguar cómo exactamente los chorros estelares evolucionan en la naturaleza.




