domingo, 16 de enero de 2011

Un mar de barro ahoga el suroeste de Brasil



Los muertos por las lluvias de esta semana en el estado brasileño de Río de Janeiro subieron a 605, informó la Defensa Civil hoy, jornada en la que la presidenta del país, Dilma Rousseff, declaró luto oficial de 3 días y en la que medio millar de militares se incorporaron a las tareas de rescate. Un total de 506 miembros de las Fuerzas Armadas se unieron hoy a los grupos de rescate que buscan un número indeterminado de desaparecidos en ciudades en las que numerosas personas sufren con la falta de servicios y la escasez de alimentos, aguas y medicinas.
Los 396 soldados del Ejército, 102 de la Marina y 8 de la Fuerza Aérea, apoyados por 11 helicópteros, 52 vehículos pesados y 4 excavadoras, fueron enviados a los locales de más difícil acceso, a los que no han conseguido llegar los socorristas, informó hoy el Ministerio de Defensa.
Las autoridades regionales consideran que hay varios cuerpos en estos locales aislados, bajo toneladas de piedras, tierra y barro que deslizaron de las empinadas montañas características de la turística región serrana de Río de Janeiro y que sepultaron numerosas viviendas construidas en las faldas de los cerros.
Según un último boletín de la Defensa Civil, las inundaciones y principalmente los deslizamientos de tierras han dejado hasta ahora 601 muertos: 270 en la ciudad de Nueva Friburgo, 262 en Teresópolis, 55 en Petrópolis y 18 en Sumidouro.

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Las fuertes lluvias que han caído en el suroeste de Brasil se han cobrado 270 muertos en menos de 24 horas.