A mediados de diciembre un grupo de astrónomos se topó con una gigantesca tormenta en Saturno, uno de los planetas más grandes de nuestro Sistema Solar. Ahora, casi un mes después, la tormenta ha crecido hasta ocupar un tamaño diez veces mayor que el de la Tierra.
Tras el descubrimiento de la tormenta, la NASA decidió echar mano de la sonda Cassini, dedicada a estudiar Saturno y sus satélites, para investigar el fenómeno atmosférico. El resultado fue una espectacular serie de imágenes publicadas el 24 de diciembre que mostraban una gigantesca tormenta con largas estribaciones de más de 60.000 km.
Si la tormenta fue por primera vez vista por Anthony Wesley, un aficionado a la astronomía, el espectacular crecimiento de la misma lo ha encontrado otro aficionado, John Chumack. El estadounidense ha explicado a «Universe Today» que estuvo más de una hora tomando fotografías de la tormenta tras quitar la capa de nieve que se amontonaba en el telescopio de su casa en Dayton, Ohio.
Visible con un telescopio convencional
Al contrario que en nuestro planeta, Saturno sufre constantemente tormentas en forma de huracanes, pero la tormenta objeto de estudio por parte de aficionados y profesionales es excepcional. Sus dimensiones hacen que este fenómeno atmosférico pueda ser visto desde la Tierra con un telescopio convencional.
La imagen tomada por John Chumack esconde, además del crecimiento de la tormenta, una pequeña sorpresa. Gracias al negativo de la toma se pueden observar cinco pequeños satélites de Saturno: Rhea, dione, Enceladus, Mimas y Tethys. Detalles de un planeta que se encuentra a unos 1.400 millones de km. de la Tierra
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