jueves, 22 de octubre de 2009

El modelo sanitario del PP madrileño - por Teresa Galeote (click en el Título).

Llegó el gran momento para doña Esperanza y su equipo de gobierno; ya tienen mayoría absoluta. El gobierno del PP, de Madrid, después de prometer, de tergiversar y de omitir información, ha aprobado, a principios de agosto, unos estatutos sobre Sanidad que permiten la gestión privada de los hospitales.

Aunque el último informe económico del Banco de España sobre la Comunidad de Madrid indica que su capacidad de endeudamiento está al límite (cerca de los 10.000 millones de euros), es muy posible que el gobierno de la Comunidad de Madrid haga cuantos hospitales ha prometido; a grandes obras públicas grandes benéficos privados. En los nuevos hospitales el ejecutivo de Aguirre no asumirá inversión alguna, simplemente pagará un canon, durante 30 años, a las empresas a las que se les adjudicó la construcción de los centros hospitalarios: serán 53,98 millones en el presente año y el doble en el año 2008. La gestión de los mismos, por supuesto, será privada como el de Alcorcón o el de Fuenlabrada. Con dichas actuaciones, el Partido Popular deja constancia de que la Sanidad Pública le importa muy poco.

La Comunidad de Madrid es una de las que menos dinero aporta a la sanidad; la espera para operaciones quirúrgicas lejos de menguar crecen, a pesar de las promesas de doña Esperanza de limitarlas a un mes. Parece que la impunidad se impone; doña Esperanza no sólo no ha cumplido su promesa sino que sigue en el cargo y dispuesta a poner patas arriba a la Comunidad madrileña. En los últimos años el dinero destinado para la Sanidad Pública madrileña se ha reducido en 37 millones de euros mientras el dinero de los conciertos en la privada ha subido en 47 millones. La presidenta comunitaria no se cansa de la anunciar el auge de la economía madrileña, y de los beneficios que ésta aporta al conjunto de España, aunque dichas manifestaciones entran en contradicción con el dinero que destina a un bien público de primera necesidad como es la Sanidad Pública; tan sólo destina un 3,4 % del Producto Interior Bruto, siendo la media nacional del 4,9 %. El gobierno madrileño está imponiendo el modelo Tacheriano ingles que tan nefastos resultados dieron a los ciudadanos.

Las últimas elecciones de la Comunidad madrileña han dado la mayoría al PP para regir los destinos de los madrileños, pero eso no es sinónimo de que puedan hacer lo que les dé la gana y mucho menos desmantelar un patrimonio público de tantos años. Habla de hacer hospitales, pero calla lo que le interesa; la nueva normativa es un paso de gigante en la privatización de la Sanidad Pública madrileña. En dicha ley hay una disposición adicional de acompañamiento a los presupuestos del año 2007 que permite la gestión privada de los centros sanitarios públicos. Una forma de evitar la obligada gestión pública de la Administración y, como consecuencia, el control democrático de dichos centros y las normas de contratación del personal a los que están obligadas las Administraciones Públicas. Dicha fórmula permite que el personal de los hospitales madrileños tenga diferentes condiciones laborales que sus homólogos; el personal del hospital de Alcorcón y Fuenlabrada, que ya funcionan con dicho sistema, ha tenido que reclamar la equiparación de sus condiciones laborales con el resto de los hospitales de la Sanidad Pública. Los centros gestionados con dicha fórmula cuentan con menos equipamiento técnico, con menos personal. El hospital madrileño de Alcorcón ha sido el que más reclamaciones ha tenido desde su funcionamiento. No hace falta tener dotes premonitorias para vislumbrar lo que va a suceder en los futuros hospitales de Vallecas, Aranjuez, Coslada, Arganda, Parla y San Sebastián de los Reyes. Con la nueva ley de la comunidad madrileña, las contrataciones y subcontrataciones podrán realizarse con la misma facilidad con la que se hace cualquier obra o servicio privado, y de todos es sabido las graves consecuencias ello conlleva.

El Partido Popular quiere limitar al mínimo las responsabilidades de la gestión directa. Olvida, con demasiada facilidad, que con la salud no se juega. La Asociación en defensa de la Sanidad Pública está informando de la situación que puede darse si doña Esperanza saca adelante sus planes. El cambio de figura jurídica de dichos hospitales facilita que éstos puedan gestionarse con criterios económicos lucrativos y no de mejor servicio. Las batallas circenses se exponen como cortinas de humo para alejarnos de cuestiones de interés fundamental para los madrileños.

¡Sí!, así piensa doña Esperanza y su equipo de gobierno resolver las deficiencias sanitarias. Si todo se soluciona con la gestión privada, ¿para que queremos a los gestores públicos?, ¿para que sean meros coordinadores del reparto de las obras y de la gestión que tendrían que realizar ellos? ¿Acaso no cuentan en sus respectivos gabinetes con directores, con consejeros, con asesores de todo tipo, con personal de confianza? Ese es el estado de la cuestión.

Una página muy buena que nos hará por lo menos reir un rato...
http://loscalvitos.com/tag/esperanza-aguirre/
No os la perdaís...¡¡¡

Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.