jueves, 5 de noviembre de 2009
La Economía Española a FONDO ¡¡¡
Condenados a la rebaja salarial o a la emigración. Ante la imposibilidad de un cambio a corto plazo del anquilosado modelo productivo español, la “devaluación interna”, a decir de Krugman, se vislumbra como la única salida de la recesión ante el “chaleco de fuerza” que supone el euro, cuya devaluación se antoja harto improbable. ¿Ha sido el euro beneficioso para España? ¿Qué sucedería si España saliera del euro y se refugiara en una devaluada peseta?
La crisis económica, que ha hecho de España una de sus víctimas propiciatorias, ha abierto el debate sobre la conveniencia de permanecer dentro de la moneda única europea. El premio Nobel de Economía de 2008, Paul Krugman, -que no considera en ningún caso la salida de España del euro- ya apuntaba en un artículo el pasado enero que la pertenencia a la moneda común estaba resultando perjudicial para nuestro país.
Esta semana, el economista estadounidense incidió en la misma cuestión al señalar que el euro “plantea problemas graves para regiones deprimidas de Europa como España”. Krugman redujo las alternativas para España a una sola: una fuerte “devaluación interna”, con recortes de salarios y precios.
Existe otra posibilidad: el abandono del euro y someter la nueva moneda a una devaluación competitiva. La salida del euro sería una catástrofe para España. Roberto Ruiz, jefe de Estrategia de Wealth Management Research de UBS se muestra contundente. Ni siquiera una devaluación competitiva de la moneda surtiría el efecto deseado de reactivación de las importaciones. La salida de la divisa única tendría que hacerse de manera unilateral ya que, como recuerda el responsable de UBS, “no hay ningún mecanismo que permita a ningún país ser expulsado del euro”.
Ganar competitividad es el único argumento para el abandono de la moneda europea. Sin embargo, el panorama resulta sombrío a la luz de las cifras. “Tres de cada cuatro partes de nuestras exportaciones van dirigidas a la Unión Europea”, señala Roberto Ruiz. Los aranceles que impondría la UE reducirían drásticamente las ventajas del tipo de cambio de divisa.
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA COLAPSARÍA
“España debe tanto dinero en euros que el conjunto de la economía se derrumbaría”, insiste Ruiz. “Los bancos españoles deben a otros bancos europeos y al BCE más de 400.000 millones de euros”. Así, un devaluación del 25% de la nueva moneda dispararía en 100.000 millones de euros más la deuda. “El sistema bancario español se volatizaría”. El colapso también alcanzaría a las empresas españolas, cuyos préstamos en bonos emitidos suman más de 100.000 millones de euros. La catástrofe se extendería como una epidemia por el tejido financiero europeo. “La banca alemana, que tiene créditos a bancos y empresas españoles por unos 240.000 millones de euros, quebraría por la quiebra de las entidades españolas”, relata Roberto Ruiz. “Somos muy dependientes y clientes del exterior”.
La mejora del déficit exterior apenas se notaría. “Las principales exportaciones de España son los bienes manufacturados intermedios; el aumento del coste de las importaciones traería un beneficio muy pequeño”, explica Ruiz. Tan sólo algún sector como el turismo, poco dependiente de las inversiones, podría beneficiarse de una eventual devaluación de la moneda.
MAYORES DIFICULTADES DE FINANCIACIÓN Y FUGA DE CAPITALES
“Estar fuera de la Unión Europea podría poner en peligro el rating de España y elevaría el déficit y la deuda. Se incrementaría el coste de financiación”, opina Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital.
Caridad tampoco ve pocas ventajas en una salida de la moneda única. “La devaluación competitiva de la moneda podría dar oxígeno a corto plazo y permitiría más flexibilidad en los tipos”. Sin embargo provocaría un “probable aumento de la inflación” que obligaría a incrementar los tipos por encima de los europeos.
Tampoco es una buena opción la salida del euro para Marian Fernández, responsable de Estrategia de Inversis, quien descarta casi por completo esa posibilidad. La experta de Inversis alerta de una revisión a la baja del rating y del peligro de la fuga de capitales. Esta caída del rating afectaría al mercado de la renta fija. Sin embargo, “en la bolsa no hay una repercusión directa por la escasa representatividad de la bolsa con la economía española”. Aún así, Juan Ramón Caridad entiende que “en un primer momento, para el inversor extranjero la bolsa española podría perder atractivo por la divisa”.
¿HA PERJUDICADO EL EURO A ESPAÑA?
Un informe de AIG del año pasado abogaba abiertamente por el abandono del euro. El estratega jefe de Banque AIG, Bernard Connolly, consideraba que la pertenencia al euro no había sido beneficiosa para España en la época de crecimiento y constituye el mayor lastre para la salida de la crisis.
Connolly argumentaba, de manera similar a Krugman, que la pertenencia a la Unión Europea impide una mayor rebaja de los tipos de interés –competencia del BCE-; el límite de déficit presupuestario impuesto por Bruselas constriñe un aumento del gasto público o una rebaja de impuestos que, según el analista de AIG, resultarían convenientes; y una devaluación de la divisa parece impensable.
El último informe anual de la Comisión Europea sobre la moneda única europea revelaba que, desde la adopción del euro, España ha perdido un 20% de su competitividad en precios mientras que Alemania ha ganado el 13%. La actuación del BCE depende mucho más de la evolución de las economías alemana y francesa que de la española, cuya ponderación en el conjunto de la UE es mucho menor que la de las grandes locomotoras europeas.
Así, España se ha visto perjudicada por bajos tipos de interés que han propiciado un endeudamiento masivo cuando convenía una política monetaria más restrictiva. Al contrario, la probable salida de la crisis de Alemania y Francia antes que España, obligaría a una subida de tipos perjudicial para la recuperación española.
Juan Ramón Caridad admite que la política del BCE haya podido ser perjudicial para los intereses de España, aunque recuerda que nuestro país ha gozado de fondos de cohesión y otras ayudas que parecen olvidarse. Asimismo, niega que el euro haya lastrado competitividad a España en relación con Alemania: “Alemania tiene una economía muy diversificada, mientras que España depende mucho más de los bancos y la construcción”. Al contrario, en opinión del experto de Atlas, la pertenencia al euro ha permitido a España una estabilidad en la divisa de la que carecía.
También Roberto Ruiz ve más ventajas en estos años de pertenencia al euro, pese a la dependencia del BCE: “El euro amortigua los choques que han sufrido economías como la de Islandia, Letonia y Lituania”. Marian Fernández también recuerda que las divisas nórdicas sufrieron en la crisis “unas pérdidas enormes” por carecer del cobijo de una moneda como el euro.
El AJUSTE A LA BAJA DE PRECIOS Y SALARIOS, ESCENARIO PROBABLE
Los apocalípticos inconvenientes de una salida del euro dejan a España abocada a una severa devaluación de precios y salarios… o a la inmigración. Otra posibilidad, seguramente la mejor, es un absoluto cambio del modelo productivo. Como señala Marian Fernández: “Lo que hay que hacer en momentos de bonanza es aprovecharlos para hacer reformas estructurales”. Pero cuando la crisis se instaló en la economía no se había acometido reforma alguna.
Así, Marian Fernández señala la necesidad de “un ajuste vía precios”, algo que ya debería haberse producido con más fuerza. La analista de Inversis considera “sorprendente” que no haya llegado una bajada más virulenta especialmente en el sector inmobiliaria.
Los cambios estructurales se han postergado y una solución de este tipo requerirá años. El Gobierno ya apuntó un viraje en el paradigma económico del país. Sin embargo, las principales medidas adoptadas han dirigido un creciente gasto público al sector de la construcción, el tradicional eje de la economía española.
Fuente: ESPAÑA, CONDENADA A LA DEFLACIÓN: LA SALIDA DEL EURO SERÍA CATASTRÓFICA – www.invertia.com
La crisis económica, que ha hecho de España una de sus víctimas propiciatorias, ha abierto el debate sobre la conveniencia de permanecer dentro de la moneda única europea. El premio Nobel de Economía de 2008, Paul Krugman, -que no considera en ningún caso la salida de España del euro- ya apuntaba en un artículo el pasado enero que la pertenencia a la moneda común estaba resultando perjudicial para nuestro país.
Esta semana, el economista estadounidense incidió en la misma cuestión al señalar que el euro “plantea problemas graves para regiones deprimidas de Europa como España”. Krugman redujo las alternativas para España a una sola: una fuerte “devaluación interna”, con recortes de salarios y precios.
Existe otra posibilidad: el abandono del euro y someter la nueva moneda a una devaluación competitiva. La salida del euro sería una catástrofe para España. Roberto Ruiz, jefe de Estrategia de Wealth Management Research de UBS se muestra contundente. Ni siquiera una devaluación competitiva de la moneda surtiría el efecto deseado de reactivación de las importaciones. La salida de la divisa única tendría que hacerse de manera unilateral ya que, como recuerda el responsable de UBS, “no hay ningún mecanismo que permita a ningún país ser expulsado del euro”.
Ganar competitividad es el único argumento para el abandono de la moneda europea. Sin embargo, el panorama resulta sombrío a la luz de las cifras. “Tres de cada cuatro partes de nuestras exportaciones van dirigidas a la Unión Europea”, señala Roberto Ruiz. Los aranceles que impondría la UE reducirían drásticamente las ventajas del tipo de cambio de divisa.
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA COLAPSARÍA
“España debe tanto dinero en euros que el conjunto de la economía se derrumbaría”, insiste Ruiz. “Los bancos españoles deben a otros bancos europeos y al BCE más de 400.000 millones de euros”. Así, un devaluación del 25% de la nueva moneda dispararía en 100.000 millones de euros más la deuda. “El sistema bancario español se volatizaría”. El colapso también alcanzaría a las empresas españolas, cuyos préstamos en bonos emitidos suman más de 100.000 millones de euros. La catástrofe se extendería como una epidemia por el tejido financiero europeo. “La banca alemana, que tiene créditos a bancos y empresas españoles por unos 240.000 millones de euros, quebraría por la quiebra de las entidades españolas”, relata Roberto Ruiz. “Somos muy dependientes y clientes del exterior”.
La mejora del déficit exterior apenas se notaría. “Las principales exportaciones de España son los bienes manufacturados intermedios; el aumento del coste de las importaciones traería un beneficio muy pequeño”, explica Ruiz. Tan sólo algún sector como el turismo, poco dependiente de las inversiones, podría beneficiarse de una eventual devaluación de la moneda.
MAYORES DIFICULTADES DE FINANCIACIÓN Y FUGA DE CAPITALES
“Estar fuera de la Unión Europea podría poner en peligro el rating de España y elevaría el déficit y la deuda. Se incrementaría el coste de financiación”, opina Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital.
Caridad tampoco ve pocas ventajas en una salida de la moneda única. “La devaluación competitiva de la moneda podría dar oxígeno a corto plazo y permitiría más flexibilidad en los tipos”. Sin embargo provocaría un “probable aumento de la inflación” que obligaría a incrementar los tipos por encima de los europeos.
Tampoco es una buena opción la salida del euro para Marian Fernández, responsable de Estrategia de Inversis, quien descarta casi por completo esa posibilidad. La experta de Inversis alerta de una revisión a la baja del rating y del peligro de la fuga de capitales. Esta caída del rating afectaría al mercado de la renta fija. Sin embargo, “en la bolsa no hay una repercusión directa por la escasa representatividad de la bolsa con la economía española”. Aún así, Juan Ramón Caridad entiende que “en un primer momento, para el inversor extranjero la bolsa española podría perder atractivo por la divisa”.
¿HA PERJUDICADO EL EURO A ESPAÑA?
Un informe de AIG del año pasado abogaba abiertamente por el abandono del euro. El estratega jefe de Banque AIG, Bernard Connolly, consideraba que la pertenencia al euro no había sido beneficiosa para España en la época de crecimiento y constituye el mayor lastre para la salida de la crisis.
Connolly argumentaba, de manera similar a Krugman, que la pertenencia a la Unión Europea impide una mayor rebaja de los tipos de interés –competencia del BCE-; el límite de déficit presupuestario impuesto por Bruselas constriñe un aumento del gasto público o una rebaja de impuestos que, según el analista de AIG, resultarían convenientes; y una devaluación de la divisa parece impensable.
El último informe anual de la Comisión Europea sobre la moneda única europea revelaba que, desde la adopción del euro, España ha perdido un 20% de su competitividad en precios mientras que Alemania ha ganado el 13%. La actuación del BCE depende mucho más de la evolución de las economías alemana y francesa que de la española, cuya ponderación en el conjunto de la UE es mucho menor que la de las grandes locomotoras europeas.
Así, España se ha visto perjudicada por bajos tipos de interés que han propiciado un endeudamiento masivo cuando convenía una política monetaria más restrictiva. Al contrario, la probable salida de la crisis de Alemania y Francia antes que España, obligaría a una subida de tipos perjudicial para la recuperación española.
Juan Ramón Caridad admite que la política del BCE haya podido ser perjudicial para los intereses de España, aunque recuerda que nuestro país ha gozado de fondos de cohesión y otras ayudas que parecen olvidarse. Asimismo, niega que el euro haya lastrado competitividad a España en relación con Alemania: “Alemania tiene una economía muy diversificada, mientras que España depende mucho más de los bancos y la construcción”. Al contrario, en opinión del experto de Atlas, la pertenencia al euro ha permitido a España una estabilidad en la divisa de la que carecía.
También Roberto Ruiz ve más ventajas en estos años de pertenencia al euro, pese a la dependencia del BCE: “El euro amortigua los choques que han sufrido economías como la de Islandia, Letonia y Lituania”. Marian Fernández también recuerda que las divisas nórdicas sufrieron en la crisis “unas pérdidas enormes” por carecer del cobijo de una moneda como el euro.
El AJUSTE A LA BAJA DE PRECIOS Y SALARIOS, ESCENARIO PROBABLE
Los apocalípticos inconvenientes de una salida del euro dejan a España abocada a una severa devaluación de precios y salarios… o a la inmigración. Otra posibilidad, seguramente la mejor, es un absoluto cambio del modelo productivo. Como señala Marian Fernández: “Lo que hay que hacer en momentos de bonanza es aprovecharlos para hacer reformas estructurales”. Pero cuando la crisis se instaló en la economía no se había acometido reforma alguna.
Así, Marian Fernández señala la necesidad de “un ajuste vía precios”, algo que ya debería haberse producido con más fuerza. La analista de Inversis considera “sorprendente” que no haya llegado una bajada más virulenta especialmente en el sector inmobiliaria.
Los cambios estructurales se han postergado y una solución de este tipo requerirá años. El Gobierno ya apuntó un viraje en el paradigma económico del país. Sin embargo, las principales medidas adoptadas han dirigido un creciente gasto público al sector de la construcción, el tradicional eje de la economía española.
Fuente: ESPAÑA, CONDENADA A LA DEFLACIÓN: LA SALIDA DEL EURO SERÍA CATASTRÓFICA – www.invertia.com