Interesante artículo de desacreditación por parte de la FOX, para hacernos creer que cualquiera de nosotros podemos ser terroristas y atribuyendo tal atentado al grupo Tea Party y 9/11 Truther...
Si alguien se triplica el seguro contra incendio de su casa y luego la quema unos días más tarde, ¿sería sospechoso? Una analogía similar se puede aplicar a los disparos de la noche anterior en el Pentágono, que fueron precedidos por semanas de propaganda del Establishment, tanto de izquierda como de derecha, sobre la inevitabilidad de que un 9/11 truther se volviera loco...????
La explicación casi instantánea de los medios de la motivación de los disparos que hirieron a dos agentes de policía fue el sentido de injusticia que John Patrick Bedell sentía respecto a la verdad de 11/S.
El cómo Bedell tenía previsto atacar en el centro del complejo militar-industrial por cuenta propia con un par de pistolas desafía la lógica y hace que la afirmación de que Bedell estaba actuando por su angustia política sea absurda.
Pero el aspecto más inquietante que rodea el incidente es el hecho de que personas como Glenn Beck a la derecha del Establishment y medios de comunicación liberales como CNN y MSNBC a la izquierda del Establishment han estado promoviendo desde hace meses la idea de que las personas que expresan la disidencia contra el gobierno tienen la intención de matar gente.
No es coincidencia que los dos últimos objetivos de terrorismo doméstico fueran el IRS y el Pentágono, y en ambos casos la victoriosa propaganda fue disfrutada a posteriori por el Establishment con un impacto mucho mayor que los ataques mismos.
El tiroteo del Pentágono ha sido aprovechado como una forma de demonizar a quienes buscan la verdad del 9/11, miembros del Tea Party, opositores a la guerra contra las drogas, libertarios, y casi cualquier persona con opinión política.
El website de Media Elites afiebradamente determinó usar las acciones de Beddel como un bastón con el cual difamar a todos y cada uno de los partidarios del antiguo candidato demócrata Mike Gravel, a "teabaggers", a defensores de la despenalización de la marihuana, a los seguidores de la filosofía económica de Ludwig von Mises, y a las personas que leen libros críticos de la administración Bush.
Básicamente, cualquier idea u opinión que Bedell haya tenido de repente es utilizada como semilla para la demonización política de un montón de grupos que son vistos como una espina en el costado del establishment. Este frenesí patético es ahora una rutina en un clima donde al público le es lavado de cerebro para que cualquier disidencia contra el gobierno sea indicativa de "extremismo peligroso" y debe ser mal vista.
Esto también tiene el efecto de cerrar filas e inculcar la idea dentro de la policía de que los manifestantes por la verdad del 11-S representan una amenaza física.
¿Podría ser el tiroteo otro ejemplo de terrorismo de bandera falsa o solo Bedell se volvió loco? Lo que sí sabemos con certeza es que las otras dos únicas ocasiones en las que los “9/11 truthers” fueron acusados de ser violentos o planear actos de terrorismo fueron maquinaciones fraudulentas que fueron orquestadas en un esfuerzo por demonizar a las personas que hacen preguntas sobre el 11-S.
El primero ocurrió cuando el activista por la verdad del 11-S, Gary Talis, fuera acusado de agredir a una niña con discapacidad en una silla de ruedas a la salida de un discurso Laura Bush. Talis más tarde fue absuelto por un jurado de Nueva York a pesar de que oficiales de policía de Nueva York y un agente del Servicio Secreto mintieran al afirmar que Talis había asaltado a la niña, cuando en realidad era el quien fue atacado por el padre de la niña.
El segundo incidente involucró al “We Are Change” de Nueva York, quienes protestaban contra Larry Silverstein, cuando uno de los guardias de seguridad de Silverstein llamó por una amenaza de bomba falsa a la policía, alegando que Luke Rudkowski llevaba un artefacto explosivo en su mochila.
Dado que en ambas ocasiones, “9/ 11 truthers” fueron víctimas de una operación organizada, para ser retratados como criminales violentos o terroristas, ¿cómo podemos estar seguros de que nos han contado la historia completa sobre el incidente del Pentágono?
El hecho de que Glenn Beck, Chris Matthews y otros están constantemente exagerando que inevitablemente individuos anti-gobierno se volverán locos y matarán gente, sin duda, hace que personas ya inestables sean más propensas a cometer tales actos.
Si Bedell fue influido por sus reivindicaciones políticas, tópicos de programas de televisión, o solamente se volvió loco es intrascendente al hecho de que esto será explotado al máximo por mercenarios deseosos de acallar la oposición de las personas demonizando a cualquiera que pronuncie una palabra en contra del gobierno como un extremista violento y, al hacerlo, preparan las bases para las medidas que buscan censurar la libre expresión y el Internet.
No es lo suficientemente bueno para ellos que ya han robado a los estadounidenses miles de millones de dólares, que destruyeron la economía, que volvieron a la policía en contra nuestra, y deterioraron nuestro nivel de vida, ahora quieren etiquetar a cualquier persona que levanta un grito de protesta como un extremista y un terrorista potencial.
Fuente
Esta es una pequeña pieza de un gran puzzle que ha comenzado a armarse. Hace un par de semanas, antes de que se produjeran los incidentes de Austin y el Pentágono, la entrevista a Adrián Salbuchi dejó entrever qué era lo que se preparaba para el próximo "atentado terrorista". Escúchelo, compare, y tome nota: