lunes, 10 de mayo de 2010

Agenda bélica...

Pesimismo ante las perspectivas de paz en Oriente Próximo... No creo ni por un segundo que los dirigentes de Israel consideren verdaderamente que Irán sea una amenaza “existencial,” pero el hecho de repetir el cuento tan a menudo ha convencido al público israelí de que lo es. Peor todavía, los amigos de Israel en EE.UU. han convencido al público estadounidense de lo mismo a pesar de que Irán no amenaza en nada a EE.UU. Basándose en medios dóciles que han adoptado totalmente la narrativa fabricada sobre fanáticos mulás que blanden armas nucleares poco antes de entregarlas a al-Qaida, una mayoría de estadounidenses creen ahora que hay que encarar a Irán mediante la fuerza y que ya posee un arma nuclear. Como en el caso que condujo a la invasión de Iraq, la amenaza ficticia se ha convertido en una aciaga realidad porque la mentira se ha repetido con suficiente frecuencia para que parezca verdad.... Ya tenemos de nuevo la prueba de quienes son los principales mediadores

Creo que hay que entender varias cosas en relación con la probable fórmula para el inicio de un tal conflicto. Primero, a pesar del lenguaje crecientemente belicoso de Robert Gates y Hillary Clinton, no creo que el gobierno de Obama quiera una guerra. Al contrario, creo que el lenguaje se elige para convencer a Tel Aviv de que EE.UU. se está poniendo duro con Irán para impedir cualquier posible acción militar. Los principales propugnadores de la guerra en EE.UU. no están en la Casa Blanca. Siguen perteneciendo al lobby israelí tal como se expresa a través de sus acólitos en el Congreso y los medios.

Segundo, el gobierno israelí, después de haber vendido la ficción de la “amenaza existencial”, quiere una guerra, pero sus opciones son limitadas. Sabe que sólo puede infligir un daño temporal a Irán y quiere que EE.UU. haga el trabajo pesado. Para ello tendrá que urdir una situación que provoque el ingreso de EE.UU. al conflicto, de otra manera un ataque israelí tendrá sólo un valor limitado, retardando posiblemente el programa nuclear de Irán, pero sin detenerlo, mientras al mismo tiempo asegura que los mulás tomen la decisión política de desarrollar un arma.

Tercero, Washington no tiene una capacidad real de presionar a Israel porque la Casa Blanca ya ha dejado en claro que no recortará la ayuda a Tel Aviv y que seguirá utilizando su veto para proteger a Israel en foros internacionales como las Naciones Unidas.

Cuarto, una vez que comiencen los disparos, incluso si Israel los inicia, el Congreso y los medios exigirán que Washington intervenga para apoyar a la valerosa pequeña democracia israelí. Se puede estar seguro de que el día después que Tel Aviv inicie un conflicto el Congreso aprobará por abrumadora mayoría una moción aprobando la acción israelí y también llamando a la Casa Blanca para que las fuerzas estadounidenses se sumen al conflicto. The Washington Post, FOX news, y The New York Times no cabrán en sí de alegría.

Si se juntan las cuatro premisas, ¿qué significa todo esto? Significa que Israel tratará de iniciar un conflicto con Irán y de integrar a EE.UU. Ignorará todo llamado de EE.UU. para que se modere y atacará a los mulás con o sin un pretexto, no importa si Irán permanece o no en el régimen del Tratado de No Proliferación Nuclear (lo que creo que hará) y haga o no Teherán algo agresivo. En la preparación de un tal ataque, Israel intensificará sus esfuerzos propagandísticos y está perfectamente dispuesto a mentir para presentar un caso contra Irán y sus amigos en la región de Oriente Próximo. La reciente invención total de que Siria habría suministrado misiles Scud a Hizbulá es un ejemplo. Israel ve a todos en la región como enemigos o enemigos potenciales y se esfuerza para que Washington vea las cosas de la misma manera. Una vez que comiencen los combates, Washington será inevitablemente involucrado entre los vítores del Congreso y los medios dominantes...

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