jueves, 29 de octubre de 2009

Dólar fuerte o débil

 Seguimos rastreando los movimientos del dolar, que cada día va perdiendo enteros y se abarata. No nos confundiamos muxo en decir que dentro de poco el dolar no va a valer nada y van a tener que cambiar de moneda... Pero la pregunta que nos ronda es si esa moneda será mundial o no.
El exceso de oferta monetaria seguirá abaratando el dólar.

Ni euros ni yuans chinos, o el eventual sucre de la esfera chavista, o el peso centroamericano (sueño de la integración), se ven en el horizonte próximo, aquí o allá, como posible alternativa al dólar estadounidense como unidad monetaria, unidad de cuenta, unidad de cambio y reserva a nivel mundial. El dólar estadounidense sigue siendo la moneda universal.

Paradójicamente, aunque la crisis que padecemos se gestó en Estados Unidos (EE.UU.) y estaba en lo peor (cayendo la bolsa, la banca y la liquidez), los asustados inversionistas alrededor del mundo refugiaron sus haberes en papeles del Tesoro de EE.UU.

Una vez pasado lo peor, resurge la inquietud de si ante el exacerbado déficit presupuestario y la galopante emisión monetaria, se seguirá debilitando al dólar y crezca el riesgo que deje de ser la moneda líder de reserva.

Todo apunta a que la recuperación de EE.UU. será más lenta que la de las economías emergentes, lo que en el mediano plazo también presionará al dólar a la baja. Pero un dólar devaluado puede ayudar al equilibrio económico global y relanzar la economía de EE.UU., por una mayor competitividad de sus exportaciones.

Esto no significa que las aprehensiones sobre el futuro del dólar sean infundadas. La economía más boyante, la china, ha mantenido al yuan atado al dólar, por lo que el futuro del dólar depende de China. Adicionalmente, las políticas monetarias y fiscales de EE.UU. son insostenibles, con el desmesurado endeudamiento público. El BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y coaliciones de países en Asia están preparándose para la eventual erosión de la dominancia del dólar.

The Economist señala poco probable que veamos el derrumbamiento del dólar, lo cual no absuelve al gobierno americano de volver a la racionalidad fiscal y monetaria. Tampoco pareciera que la inflación mundial repuntará de la noche a la mañana, y si sucediera, ni el euro ni el yuan están listos para sustituir al dólar como reserva monetaria global.

El exceso de oferta monetaria seguirá abaratando al dólar, excepto en Guatemala. Aquí subsiste debilidad fiscal y laxitud monetaria, déficits presupuestarios expansivos y creciente endeudamiento público, aunado a la caída de los flujos privados de inversión extranjera, exportaciones, turismo y remesas, lo que está empujando a que el quetzal se deprecie más rápidamente que el dólar. A pesar de que el Banguat está sentado sobre US$5 millardos de reservas.
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20091027/opinion/121580/