Vemos como lo que al principio era una burla e insinuación a la locura, ha llegado a convertirse en una realidad palpable y pausible, y pienso que a medida que han ido pasando los años, la verdad se a abierto camino de una manera rotunda e incontestable. Aquel hombre de 38 años que salio del pensamiento aborregado de una pequeña caja invisible, se ha convertido en un hombre respetado y seguido por muxa, muxa gente a día de hoy... Gracias Icke, por el gran trabajo que has realizado en estos años y por seguir en está luxa de mostrarnos quien es la mano negra que aprieta el cuello de la humanidad...
Namaste.